
Maggie Oxenford. Fotógrafa.
Maggie es fresca, espontánea y transparente. Su fotografía transmite movimiento, algo casual y desprejuiciado, descontracturado, pero con mucha actitud y fuerza. Muchas de las preguntas que le hago, que implican definirse, me dice que no las puede contestar, que no aplican a ella. Porque Maggie no tiene UN ítem preferido, o UN ritual. Es sensible, reflexiva y si bien es volada y creativa, tiene los pies sobre la tierra. Sabe de esfuerzo, de oportunidades increíbles, y cuenta con la flexibilidad de quien está abierto a ser múltiple. Hoy es esto y así, pero cambia. Y bienvenido sea.
La fotografía no fue su vocación desde el principio, de hecho estudió publicidad, tampoco pensaba que la publicidad era lo suyo. Le interesaba el arte y le interesaba la parte comercial también. Pero sabía que no iba a ser publicista. Mientras hizo la carrera, complementó su formación con un par de cursos, como producción de moda, fotografía, otro de Cool Hunting, y otro en Barcelona de bloggers de moda.
Maggie tuvo un primer proyecto con una amiga, vendían accesorios y objetos de decoración, se llamaba SASHA. Al día de hoy no descarta el dia de mañana tener un local de decoración.
“Me di cuenta que me interesaba mucho la imagen de la marca [Sasha]. Empecé a sacar fotos, y a subirlas, y a notar que a la gente le encantaba. Empecé a sacar cada vez más fotos y a disfrutarlo, y armé un blog con mis fotos, sin vistas de nada, solo compartir las fotos. Empecé a hacer producciones libres para el blog”
A partir del blog empezaron a surgir trabajos. Maggie decía que si a todo, siendo consciente que tenía que hacer más cursos, aprender más. Como dice, ella empezó en fotografía porque ahí fue donde comenzó a girar la rueda. Su primer gran trabajo como fotógrafa fue para RAUCH Zapatos, fue un disparador fuerte, a partir de ahí vinieron muchos trabajos entre los cuales se encuentra Haulani, Dermaglos y Dharma. Para muchos de sus clientes, también genera contenido para redes sociales.
“Hoy estoy feliz con mucho trabajo. Ni loca te digo que fue fácil. Algo que sé, es que me maté. Hubo muchos momentos donde dije: ‘largo lo free lance y me meto en relación de dependencia’. Hay que sostener el vaivén de oleadas de trabajo, sostener no tener rutina, laburar sola. Fue mucho esfuerzo! De no tener laburo y agotarme, de dudar mil veces de mí, de si está bueno lo que hago…. Hace poco más de medio año que hubo un quiebre en el que empecé con mucho mucho laburo.”
¿Cuál es tu alimento creativo? Cualquier imagen. La imagen me es muy atractiva. Es algo que sale de adentro que sin dudas está influido por las imágenes que veo, por la vida que llevo, por las personas que veo, por las imágenes. No hay una cosa puntual, por las cosas que voy consumiendo y de repente salen de la forma Maggie.
¿Un ritual que tengas? Soy lo menos ritualera que hay. Por ahí me caracterizo por tener pocos rituales. Mi rutina es super distinta, quizás por mi laburo. Yo siempre digo que me encanta cómo la fotografía me lleva a distintos lugares, amo lo diverso que es mi trabajo.
“Creo que el arte está todo muy enramado”.
¿3 características que hablen de vos? Espontanea, colgada y transparente.
“Tener la posibilidad de estudiar lo que te gusta, la posibilidad de explotarte vos al máximo, conlleva una gran responsabilidad.”
¿Una ambición? Hoy es estar en paz. Antes era exponer, o que mis fotos estén en las casas de las personas. Hoy no, cero. Es increíble cómo cambio. No puedo pedir más ya, de haber generado esto. Tener laburo, lograr mantenerme. Hoy estoy más tranquila con lo que hago, estoy con más paz, más segura de lo que hago. Me gusta lo que hago.
¿Un gran maestro? Son 3. Mi Mamá, mi marido y Dios.
¿Con quién te tomarías un vino? Con Sussie Bubble. Una mina que tiene un blog de moda, style creativo, me encanta.
¿Qué te inspira? Me inspira todo lo nuevo, lo que no haya visto antes. De chica me pasaba que cuando algo se ponía de moda, me dejaba de gustar. Lo que más admiro y digo “Ah que belleza” es lo nuevo, lo que nunca vi antes.
¿Qué es el éxito para vos? Creo que es lograr la felicidad y paz con uno mismo, y también, ayudar a que los que te rodean también la puedan tener.
“Siempre fue una lucha en mi de animarme más allá de las voces que me decían ‘Maggie que rara sos’. Poder decir: ‘A mí me gusta esto, me parece que tiene un diferencial’. Creer en mí.”
¿Una joyita de Netflix? Abstract, no todos los capítulos.